¡Buenos días!
Llevaba ya tiempo queriendo hacer un post hablando sobre Instagram, una red social que hace unos años usaba a diario y que acabé cerrando por los cambios que fue sufriendo.
Al principio me gustaba porque era una red normal, como lo era Tuenti o cualquier otra, sincera, la gente subía fotos de su día a día, sin retocar, nada estudiadas, conocías gente, compartías aficiones, recetas, viajes, compras, etc...Todo esto es lo que hacía que te engancharas, el buen rollo que se respiraba, y no importaban los likes ni los seguidores.
Con el paso del tiempo se fue convirtiendo en algo parecido a lo de ahora: publicidad, postureo, fotos con filtros, cero naturalidad, comentarios y seguidores comprados, 21 buttons, etc...Y algo que me sorprende muchísimo es lo de: dadle amor a mi foto, pidiendo likes continuamente para tener mayor visibilidad en la red.
Instagram es un negocio y los instagramers ya no existen, son Influencers, que a diario te venden productos, viajes, restaurantes...Llegan a un nivel de saturación que creo que hay más publicidad en Instagram que en televisión.
Pero no todos son legales y verdaderos influencers porque hoy en día si nos lo proponemos todos podemos llegar a tener¨éxito¨ y cosas gratis como ellos, solo necesitamos abrirnos una cuenta de Instagram y comprar seguidores, likes y comentarios. ¡Todo tiene un precio! Sino mirad el experimento que realizó una Agencia, en la que crean una cuenta, compran seguidores y no le faltan las propuestas, invitaciones a eventos, restaurantes...